Saturday, July 24, 2010

Kosovo arde la llama del separatismo


Belgrado, 24 jul (PL) En una decisión dividida, 10 votos a favor y cuatro en contra, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dio un espaldarazo a la autoproclamada independencia de Kosovo al declarar que no viola la legalidad internacional.

Tras varios meses de deliberaciones, la máxima instancia judicial de la ONU precisó que "la asamblea de Kosovo tenía poder para tomar decisiones que afectaran a su orden legal".

Sin embargo, en la lectura del veredicto, el presidente de la CIJ, Hisashi Owada, aclaró que ese órgano de justicia "no es el encargado de decidir si Kosovo puede asumir el estatus de Estado".

Aunque la sentencia no es vinculante, algunos analistas ya auguran un impacto a nivel judicial y político, en tanto avivará los odios de los serbios que residen en Kosovo y la llama del separatismo en otros movimientos secesionistas del continente europeo.

En tal sentido, el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, comunicó a su homólogo serbio, Vuk Jeremic, que la nación ibérica no variará su posición en cuanto al no reconocimiento de Kosovo como nuevo Estado, pese a la opinión emitida por la CIJ.

La respuesta del gobierno de Belgrado, aunque anunciada, no se hizo esperar en voz de su presidente Boris Tadic: "Serbia nunca reconocerá la independencia unilateral proclamada por Kosovo, porque cree que la secesión basada en cuestiones étnicas contradice los principios de Naciones Unidas".

Pese a los pronósticos pesimistas, cinco voces dentro de la Unión Europea mantuvieron su apoyo al pequeño coro serbio, en especial España, nación que siente de cerca el calor de fuertes movimientos nacionalistas en el País Vasco (norte) y Cataluña (noroeste).

Respeto fue la palabra de orden de Moratinos; prudencia, la reacción de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; pero en ambos hubo consenso sobre la necesidad de retomar el diálogo entre las autoridades serbias y kosovares.

Mientras en Pristina los albanokosovares celebraron el fallo de la corte de La Haya, en una parte de la comunidad internacional el deseo se resumía en el tono conciliador del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien animó a las partes a "evitar cualquier acción provocadora".

"Es un día bendito para la República de Kosovo y todos los ciudadanos", aseguró su presidente, Fatmir Sejdiu, quien entre el toque de las bocinas de los autos y el ondeo de banderas kosovares y albanesas instó a su homólogo serbio a cambiar su dura retórica.

El gobierno de Albania, nación de donde procede el 90 por ciento de la población actual de Kosovo, consideró histórica la sentencia y de "gran contribución para la paz y la estabilidad de la región de los Balcanes".

Sali Berisha, primer ministro albanés, declaró que "esta decisión rechaza todos los tratados de antaño que provocaron dolores, sufrimientos y sacrificios más grandes que las montañas de nuestros países".

En contraposición la ex fiscal del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia Carla del Ponte, escribió en 2008 que unos 300 serbios fueron secuestrados en Kosovo y Metohija, y llevados a campos de concentración en el noreste de Albania, donde les extirparon sus órganos con fines comerciales.

En un libro, Del Ponte asegura la existencia de pruebas suficientes para acusar de crímenes de guerra a los albanokosovares, pero la investigación fue "cortada de raíz" para que el tribunal se concentrase en los "crímenes cometidos por Serbia".

En 1999 fuerzas de Estados Unidos y la OTAN invadieron el territorio de la antigua Yugoslavia, bajo la excusa de que detenían la limpieza étnica emprendida por los serbios contra los albaneses que vivían en territorios del patrimonio milenario de Serbia. Según Del Ponte, esta situación se mantuvo en silencio.

Sobre las violaciones realizadas por el llamado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) también rompió su silencio el general italiano Mauro del Veccio, quien formó parte de las fuerzas de la OTAN y afirmó que a diario ocurrían asesinatos de serbios y gitanos. "El objetivo de ellos era eliminar todo rastro de presencia serbia en Kosovo", aseveró.

Justamente la alianza atlántica es una de las voces que, junto a Estados Unidos, apoya hoy la existencia de Kosovo como Estado independiente.

Al respecto, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresó que "la CIJ decisivamente aprobó la visión de Estados Unidos para con la declaración de independencia de Kosovo en relación con la legislación internacional", y exhortó a todos los estados a que reconozcan a este país.

Llama la atención que horas antes de que la CIJ emitiera su dictamen, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, telefoneó al presidente serbio para comunicarle "el compromiso inalterable de su país con la soberanía y la integridad territorial de Kosovo", según un reporte de su oficina en la Casa Blanca.

Legalizar la secesión forzosa de Kosovo, respaldada por los cañones de Estados Unidos y la OTAN, equivale a destapar una "caja de Pandora" porque sienta un negativo precedente que estimularía el sentimiento separatista que arde hoy en decenas de países.

No comments:

Post a Comment